Nuevo León.- Uno a uno narró los lamentables hechos, destacando que el primero lo recibió a una cuantas horas de haber tomado posesión como alcaldesa.
Contó cómo las mayoría de los atentados fueron con armas largas e incluso algunas veces fue víctima por parte de los propios elementos de su Policía.
Recordó como uno de los más lamentables el que recibió cuando tenía siete meses de embarazo.
Señaló que en varias ocasiones estuvo a punto de renunciar al cargo, pero al final decidió no hacerlo.
También incluyó el secuestro de su hijastro Abel Guerra, y confirmó que para su liberación exigieron el despido del secretario de Seguridad Municipal coronel Hermelindo Lara Cruz.
Finalmente, dijo haber sentido miedo en todas estas ocasiones, pero confirmó que si no abandonó el cargo es porque como funcionario lo que busca es un verdadero cambio para Escobedo, para Nuevo León y para México, y dijo ni con todas estas advertencias descarta volver a contender por un puesto de elección popular en futuras contiendas políticas.
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