La firma de inteligencia privada Stratford sugirió al gobierno de México contemplar una eventual intervención humana en el desplome del helicóptero el viernes que provocó el fallecimiento del ministro del Interior, Francisco Blake.
"Hemos visto en reportes que indican que una causa posible del incidente fue la contaminación en la gasolina", dijo y añadió que "si lo anterior es verdad, estos factores podrían ser puntos determinantes para la hipótesis de la intervención humana en el incidente".
El reporte de la consultora afincada en Texas, Estados Unidos, fue retomado por la prensa local y afirma que en las indagatorias un factor determinante son las autopsias de las víctimas, en las que se debe incluir una revisión pulmonar de los occisos para contemplar o descartar explosiones a bordo de la nave y/o explosiones o heridas de disparo en los pilotos.
"Con el desplome de la aeronave en la que se desplazaba el secretario de gobernación es fácil realizar conclusiones y sospechar un acto de sabotaje. También ha habido dos secretarios muertos en desastres aéreos, lo que contribuye a las versiones de teoría de la conspiración", explicó el reporte.
"Sin embargo, los investigadores necesitan tener una mente abierta y proceder de manera metodológica en la investigación", añadió Stratford.
Recomendó obtener la ruta y geografía del viaje, los mensajes telefónicos de texto de los pasajeros durante el vuelo, testigos presenciales del accidente y datos del GPS de la aeronave.
De acuerdo con el gobierno de México, el piloto del helicóptero en el que murió el ministro Blake junto con otras siete personas habría cambiado su trayectoria de vuelo para evitar el banco de neblina, y al virar para recuperar la ruta se impactó en un cerro.
"Posiblemente estaba buscando mejores opciones de visibilidad, posiblemente estaba buscando estar fuera de nube y mejor terreno", aseguró Rodolfo Olivares, director general adjunto de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano.
De acuerdo con mediciones hechas con sistemas satelitales, la aeronave Súper Puma se estrelló en un trayecto que no ocupan las aeronaves habitualmente para llegar al sureño estado de Morelos, a una altura promedio de 9,062 pies (casi 2.762 metros), más de 500 metros mayor a la altura de la Ciudad de México, de donde despegó momentos antes, según las indagatorias oficiales.
El gobierno de México indicó que hasta el momento tiene cuatro testimonios del "accidente" que mencionan que las condiciones estaban afectadas por niebla o neblina y refuerzan la hipótesis de que los fenómenos meteorológicos presentes pudieron haber causado el "accidente".
La versión oficial indica que la aeronave recibió más de 2.000 horas de mantenimiento apegado a "los más estrictos estándares normativos" de sus fabricantes, de acuerdo con los registros de evaluaciones.
El Secretario de Comunicaciones, Dionisio Pérez-Jácome, detalló que la inspección comprendió revisión del aceite, componentes eléctricos y electrónicos, del motor, pruebas operacionales, niveles de vibración y vuelos de prueba.
Declaró que el personal encargado del mantenimiento recibió capacitación en centros de instrucción especializados en Francia y en Estados Unidos.
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